Vº Intercas Latinoamericano 2011
Guayaquil – Ecuador


Testimonio

La selección para participar en este Vº Intercas Latinoamericano del 19 al 24 de setiembre fue muy rigurosa. Se nos pidió que escribiéramos un ensayo de porque creíamos que debíamos participar en este evento y también tenemos entendido que varios profesores dieron su opinión acerca de quiénes podrían representar a nuestro Colegio. Creemos que cualquiera en nuestra promoción habría dejado bien en alto el nombre de nuestro Colegio y País, pero finalmente y debido a los pocos cupos que existían fuimos elegidas nosotras cuatro: Arantxa De la Flor, Constanza Gaínza, Alejandra Ortíz de Zevallos y Adriana Eyzaguirre. Nosotras cuatro iríamos acompañadas por nuestro Coordinador CAS Mr. Richard Cross.

Muchas de nosotras en realidad no teníamos una idea concreta de cómo iba a ser este viaje, pero de una cosa si estábamos seguras, y es que esta sería una experiencia que pondría a prueba nuestras habilidades y sería un reto, como esos que sabe plantearnos CAS. En todo momento estuvimos emocionadas por emprender esta aventura a Guayaquil Ecuador. La delegación de Perú constaba de más de 40 personas, entre alumnas, alumnos y coordinadores CAS. El primer día nos instalamos con nuestras respectivas familias adoptivas, ya que los estudiantes estaríamos viviendo con familias locales. Llegamos muy cansadas por el agotador viaje y aún un poco nerviosas por cómo nos desenvolveríamos con nuestros anfitriones ecuatorianos. Sin embargo, esa preocupación fue desapareciendo, cuando notamos el interés de los padres por darnos dentro de lo que podían las mejores comodidades y por hacernos sentir como en casa. En muchos de los casos el cambio radical de distintas realidades nos genero al principio un desconcierto, pero con el paso del tiempo, fue algo que finalmente produjo un efecto positivo en nosotras. Esta experiencia nos enseño a valorar más lo que tenemos y despertó en nosotras la necesidad de aceptar con humildad todo lo que se nos ofrecía con tanto amor y dedicación. Los primeros dos días en Guayaquil nos dedicamos a pasar tiempo con las familias y a conocer mejor el lugar.

Tuvimos nuestro primer encuentro con el resto de compañeros del Intercas durante la mañana del día lunes 19 con una gran bienvenida, e inmediatamente después participamos de en una Feria estudiantil. Por la tarde nos recibió el colegio de los Sagrados Corazones de Guayaquil, en donde nos informaron acerca de los planes que sea realizarían a lo largo de esa semana.

El tercer día nos dirigimos a la isla de Santay. En ella compartimos con las comunidades que viven ahí y también logramos conocer más a fondo a los participantes de los otros países mediante actividades recreacionales. Una de las actividades consistía en recoger la basura que se había acumulado por mucho tiempo alrededor de la isla que es bañada por el famoso rio Guayas. Fue sorprendente como el trabajo se pudo realizar en tan poco tiempo gracias al entusiasmo de cada uno de los participantes. Se recogió más de 1 tonelada de plástico. También confeccionamos letreros para los distintos senderos y construimos biohuertos para el uso de la comunidad local. Al anochecer todos los estudiantes fueron enviados con sus respectivas familias.

Al día siguiente nos levantamos temprano para emprender nuestro camino hacia la comunidad de “Dos Mangas”. En este pueblo nos quedamos tres días, en los cuales aprendimos e hicimos mucho. Durante los tres días nos dedicamos hacer distintas actividades; largas caminatas en los senderos, pintar murales, construir cercos, censar familias y muchas otras cosas. La programación del Intercas se basaba en formar pequeños grupos y que estos rotasen durante los tres días con el fin de que todos los grupos se enriquecieran con la experiencia vivencial. Al concluir con estos tres días, logramos sentirnos orgullosos del trabajo que habíamos logrado a favor de la comunidad de “Dos Mangas” y además por la manera tan exitosa que había funcionado el mezclarse los grupos de trabajo con jóvenes de los distintos países participantes.

Finalmente el último día por la noche y como todo requisito en CAS, hicimos una reflexión acerca del trabajo realizado en conjunto. Durante este momento muchos dieron sus puntos de vista y se les permitió opinar libremente. En algunos casos hubieron comentarios referentes al insuficiente trabajo que habíamos realizado y acerca del deseo de haber podido hacer un poco más. Luego conversando entre nosotras y rescatando algunas ideas dadas en esa noche, llegamos a la conclusión que la reflexión final no debía de estar enfocada en lo que nos falto hacer, pues debe de estar direccionada más bien en lo que pudimos aprender. Si bien creemos que pudimos hacer un poco más, creemos que debemos de prestar más atención a que podemos hacer ahora en nuestros respectivos países con eso que hemos aprendido. Teniendo la experiencia que hemos recibido, podemos ahora tener una visión más clara, más motivada y llena de entusiasmo en lo que podemos hacer cuando las circunstancias requieran de ello.

Definitivamente el Intercas ha marcado nuestras vidas para siempre y solo nos queda referirnos a algo que aprendimos durante esos cinco maravillosos días. ¿Que ha cambiado?… ¡Yo he cambiado!… ¡Todo ha cambiado!

Volvimos a nuestras casas el domingo 25 de Setiembre muy cansadas pero también con experiencias que nos ayudaran para siempre.